martes, 25 de febrero de 2014

COMBINACIONES GENÉTICAS



TIPOS DE CRUZAS

Prólogo:

Todos los seres vivos comparten una serie de genes sean de la especie o raza que sean. 
Al cruzar dos cánidos de razas diferentes siempre habrá unos genes que serán comunes a toda la especie canina, otros serán idénticos en todos los mamíferos, algunos similares entre los cuadrúpedos y por último un número incierto de genes serán equivalentes en el conjunto de los seres vivos.

Combinaciones sanguineas:

Outcross: Es un cruce realizado sin consanguinidad cercana aunque los progenitores pertenezcan a la misma línea. Se utilizan exclusivamente criterios de selección.
El ejemplo extremo podría ser el del cruce de dos ejemplares de distinta raza (cold outcross) que produciría una descendencia con tendencia a cero en homocigosis y máximo en heterocigosis.

Linebreeding: Cruce en línea. Consanguinidad poco intensa. Es un vocablo generado por los criadores para definir una combinación genética menos cerrada que el Inbreeding. 
La manera más extendida de llevar a cago este tipo de cruza es dejar una generación libre entre medias de dos cruces consanguíneos. 
Por ejemplo: Nieto con abuela o nieta con el abuelo. En medio hay que dejar por lo menos un cruce en Outcross.

Dado que los ejemplares de cánidos de raza pura descienden de relativamente pocos ejemplares fundacionales podríamos decir que la idea de raza coincidiría en líneas generales con la definición de Linebreeding. Sin embargo, en términos de criadores se usa solamente cuando se toman en cuenta un máximo de cinco o seis generaciones.

Inbreeding: Tipo de cruza en el que se realiza una consanguinidad cerrada. En realidad es un Linebreeding de carácter extremo e intenso sin saltos generacionales.
Consiste en cruzar hermanos entre sí o padre o madre con hija o hijo. Generalmente el más joven de los padres, si cumple los requisitos que buscamos, se aparea con su hijo. 

Cada zona geográfica estimula una tendencia, por ejemplo, el Inbreeding se emplea en los Estados Unidos con remarcada intensidad. El mismo tipo de cruza no está bien vista por el resto de Europa, excepto en Inglaterra. Sin embargo en países como Holanda, se han prohibido recientemente los cruces “inbreeding”. Más allá de Europa, en Ecuador por ejemplo, están prohibidos los cruces con más de cuarto grado de consanguinidad, lo que dificulta por consiguiente tanto que consigan fijar un determinado TIPO IDEAL como eliminar defectos de los mismos o lograr cualquier efecto que requiera un modelo.


La Cuarta Vía:

 Existe otra forma de conseguir el máximo de homocigosidad sin efectuar consanguinidad y por medio del outcrossing. Dada la dificultad que entraña es un tipo de cruza prácticamente descartada en cualquier Programa de Cría actual.
Por poner un  ejemplo muy claro: dos cánidos de razas totalmente distintas que tengan como fijo un color, si se cruzaran entre sí producirán mestizos de ese color. Eso quiere decir que distintos criadores de la misma raza de perros, cuyos ejemplares no tuvieran ninguna relación de parentesco entre sí, podrían perfectamente conseguir homocigosis para los mismos rasgos que si estuvieran íntimamente emparentados.

Esto pasaría de la misma manera manteniendo fijos como: igual tipo de cabeza, color, altura, etc. Cruzados luego entre sí fijarían sus características de igual manera que si hubieran empleado Inbreeding, pero sin ninguno de sus inconvenientes. 
Por razones obvias de logística y económicas esto es muy difícil de coordinar. Una manera de conseguir algo parecido sería trabajar con un estándar muy rígido que unificara todas las características raciales de una manera tal que no hubiera otra salida que criar bajo la misma tipología.

Todas las razas se han conseguido empleando elevadas dosis de consanguinidad y esas altas dosis de consanguinidad se siguen empleando por los criadores para poder formar sus líneas, acercarse a su TIPO IDEAL y lo más importante plasmarlo como propio.

La consanguinidad fija  tanto características deseadas como caracteres defectuosos, por ello se requiere gran energía y honestidad para eliminar de la cría a los posibles reproductores con defectos y fijar solamente las características buscadas de ejemplares sanos y correctos. 


La consanguinidad que mantiene una tradición milenaria no es ni buena ni mala por definición, es una herramienta que bien usada puede ser muy útil para consolidad un TIPO IDEAL DE RAZA, y por el contra, mal usada, podrá generar muchos problemas, incluso llegando a ser el declive de una raza.

En los cánidos lo mismo que en cualquier ser vivo, la influencia de los ascendientes disminuye de generación en generación. En los padres se puede calcular que se reparte la influencia en un 50%. En los abuelos en un 25%. Los bisabuelos en un 12,5%. La cuarta generación se reparte la influencia en un 6,25% y la quinta en un 0,32%. Por lo tanto a partir de la sexta o séptima generación cualquier aportación se vería tan diluida que no valdría la pena ser tenida en cuenta.

De los padres y los abuelos se podrá ver la influencia directa en los descendientes, a partir de esa pérdida generacional la responsabilidad genética se modera sin olvidar que los antecesores dejan su huella tanto más cuanto más homocigóticos sean.

Un criador dedicado, con un proyecto de cría bien planificado y comenzando con una cifra preliminar de pocos ejemplares, aunque no sean parientes, podrá en pocas generaciones obtener un biotipo propio diferenciado de otros usando la consanguinidad y la selección dirigidos a través de unos conocimientos y formación adecuada.

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